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La División de Arroyos ha instalado adoquines permeables en aparcamientos, aceras, calles, callejones y parques propiedad de la ciudad en varios lugares, con el fin de permitir que las aguas pluviales y la escorrentía urbana se infiltren en el suelo. Estos proyectos demuestran una modernización que cumple el requisito del Programa de Gestión de Aguas Pluviales (SWMP) de la ciudad de retener y tratar el volumen de agua generado por una tormenta de una pulgada y 24 horas de duración.
 

Estos proyectos están diseñados para capturar y tratar las aguas pluviales contaminadas y la escorrentía incidental, y permitir que se absorban lentamente en el suelo. De este modo se evita que los contaminantes de la escorrentía fluyan hacia los desagües pluviales, que desembocan directamente en nuestros arroyos y océanos sin tratar.

Illustration of permeable pavers with gravel underneath.

El agua fluye por los huecos entre los adoquines y a través de las capas de roca que hay debajo, y luego al suelo, donde será tratada de forma natural por los microbios del suelo.


Esta infiltración impide que la escorrentía contaminada abandone el lugar y permite que penetre en el suelo, donde es tratada, se pone a disposición de las plantas circundantes y ayuda a recargar las aguas subterráneas, lo que favorece caudales más estables en los arroyos a lo largo del año.


En total, la División de Arroyos ha sustituido más de 4.6 acres de asfalto impermeable por adoquines permeables.

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